Jose luis Materan Perez

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José Luis Materan Pérez

Con inmenso dolor por su partida física pero llenos de esperanza en Cristo, en su entrada a la vida eterna, plena de dicha y felicidad, queremos dar a conocer el lamentable fallecimiento de nuestro amado padre, en la ciudad de Indianápolis en el Estado de Indiana, Estados Unidos, el pasado 18 de octubre de 2022, mientras se encontraba hospitalizado en el hospital St. Vincent de Indianápolis.

Había recién celebrado los 71 años de vida, en los cuales dejó huellas imborrables en las memorias de todas las personas que tuvieron la oportunidad de conocerlo y en los que tuvimos el honor y privilegio de ser su familia.

La pronta partida de nuestro padre deja un vacío enorme en nuestros corazones, porque el con su extraordinaria forma de ser, amoroso, protector, colaborador, alegre y compañero llenaba profundamente todos los espacios de la familia.

Fue un hombre que amaba su familia con pasión y entrega, y con mucha sabiduría siempre supo administrar muy bien sus prioridades, nos enseño el valor del tiempo compartido con los que amas. Una de las cosas que lo hacía sentir más orgulloso y feliz, y siempre nos recordaba es que pudo conciliar sus responsabilidades laborales y su familia, y eso le permitió ser ese papá que llevaba y traía a sus hijos a la escuela. Porque para nuestro papá la vida se trataba de estar presente en esos momentos cotidianos, que quizás a simple vista, no representan mucho pero cuando miramos con detenimiento, realmente son los más importantes.

Para nuestra madre, Eloísa represento no sólo su amadísimo esposo, amigo y compañero, sino además esa persona especial que Dios puso en su camino para sembrar en terreno fértil, las semillas de una familia llena de valores, principios, amor y una profunda fe y amor a Dios, por 45 años.

Disfrutó y se enorgullecía de su trabajo por muchos años como ejecutivo de cuentas en distintas instituciones financieras de nuestro país, Venezuela, donde cosecho innumerables clientes que luego se hicieron amigos, atraídos por su inigualable integridad, rectitud y honestidad y por su trato siempre amable y cercano, su sonrisa y mirada alegre y transparente.

Nuestro papá, disfruto plenamente de su rol de abuelo con sus amadísimos 7 nietos, Eduardo, Santiago, Natalia, Adrián, Mathías, Noah y Amaia. Lo hacía feliz sentarse en el piso a jugar con ellos y hacerles reír, una y otra vez. Jugaba al beisbol con ellos, hacía competencias de carreras, montaba bicicleta y amaba irlos a ver a los juegos de futbol o tenis. Los aconsejaba y siempre protegía.

Aprendimos de él a ser buenos hijos, porque él fue el mejor hijo para nuestros abuelos Hilda y Jesús, siempre atento a ellos, amoroso, proveedor, cercano y presente.

Fuimos testigos durante toda su vida de su pasión, orgullo y amor inmenso por sus orígenes en su amada ciudad Los Teques, de la Familia Materán y la Familia Pérez. Sus apellidos eran objeto de su mayor orgullo, por los valores, amor y peculiar alegría y dicha que caracteriza el espíritu de la familia. Uno de los recuerdos que más añoraba en sus más recientes años, en los que vivió fuera de Venezuela, eran las reuniones y celebraciones familiares junto a nuestros abuelos en “Los Picachos”, casa de nuestros tíos Maritza e Ibrahin, donde junto a hermanos, cuñados,

primos, tíos, sobrinos, siempre hubo risas, baile, compartir, historias que contar, anécdotas que compartir y mucho amor.

Fue un hombre de extraordinaria y verdadera fe en Dios, esa que se demuestra no sólo con palabras sino con la propia vida, con el ejemplo. Su vida estuvo llena de la Gracia de Dios, de una manera tan especial e infinita que resulta difícil de expresar en palabras, pero que sólo podemos resumir en que tuvo una vida repleta de verdaderos y grandes milagros. Su especial devoción al Sagrado Corazón de Jesús, desde muy joven, se evidenciaron en sus últimos momentos, cuando mencionó con absoluta claridad y ternura la jaculatoria “Sagrado Corazón de Jesús, en ti confío”.

Hoy le sobreviven, y le despiden con profunda tristeza y dolor, pero confiados en su vida eterna y resurrección en Cristo su amada esposa Eloísa, nosotros sus hijos, José Luis, Maricel y Marysol. Sus amados nietos Eduardo, Santiago, Natalia, Adrián, Mathías, Noah, Amaia y Carlos Alejandro. Sus adorados hermanos Dexy, Nancy, Freddy y Maritza, sus cuñados, Omaira, Richard, Aura, Beatriz, Ibrahim, Alberto, Nacho, Julián, Ángel, Carlos y Manuel José. Sus sobrinos y ahijados, Yolfred, Yolifred, Lorena, Adriana, José Ignacio, Alejandra, Katherine, Carolina, Gerardo, Valentina, Arianna, Alirio, Richard José, Manuel Ricardo, Karolina, Melvis, Simón, Yaneth, Crismar, Rossmary, Legna, Durvelis, Fran, Lisbeth, José Manuel, Henri y Antonio José. Sus amados yernos Dagmar, Alonso y Dorian. Sus adorados tíos Raúl y Oscar, y sus queridísimos primos y primas, Marlene, Jackequelin, William, Gustavo, Virginia, Gisella, Nilda, Fran, Gilda, Giovanna, Néstor y Gerardo, Ramón, Mamina y Zulay, Raúl Eduardo, Raúl Adrián y Néstor Augusto, Manolo, Manuel, Alejandra, David y Franco Nazareth que, junto a otros miembros de la familia y amigos, amados profundamente por nuestro padre, nos unimos a dar gracias a Dios por su vida y a compartir la profunda tristeza de su partida física.

Los actos funerales y la misa de celebración por su vida serán realizados el día viernes 21 de Octubre de 2022, en Our Lady of Grace, 9900 E. 191st St. Noblesville, IN 46060, de 4pm-6pm. La Santa Misa será celebrada por nuestro querido y respetado Padre Block, párroco de la Iglesia de Nuestra Señora de la Gracia, a las 6 pm. Están cordialmente invitados todos los que puedan unirse a nosotros en estos momentos de manera física en ese día.

La casa funeraria a dispuesto la alternativa de compra en línea de flores, sabiendo que muchos de los familiares y seres queridos de nuestro papá se encuentran en el exterior y desean hacerse presente ese día con ese hermoso gesto de regalar flores a nuestro papá.

Muchísimas gracias por todas sus muestras de amor a nuestro papá y a toda la familia. Cada palabra de consuelo, apoyo, fortaleza, cariño y esperanza, permanecerá en nuestras almas y las de nuestra madre para siempre.

Con amor, su esposa Eloísa e hijos José Luis, Maricel y Marysol.

English

José Luis Materan Pérez

With immense pain for his physical departure but full of hope in Christ, at his entrance to eternal life, full of joy and happiness, we want to announce the unfortunate death of our beloved father, in the city of Indianapolis in the State of Indiana, United States, on October 18th, 2022, while he was hospitalized at St. Vincent Hospital in Indianapolis.

He had just celebrated 71 years of life, in which he left indelible marks in the memories of all the people who had the opportunity to meet him and in whom we had the honor and privilege of being his family.

The early departure of our father leaves a huge emptiness in our hearts, because of his extraordinary way of being, always loving, caring, collaborati, cheerful and companion, he deeply filled all the spaces of the family.

He loved his family with passion and dedication, and with great wisdom he always knew how to manage his priorities very well, he taught us the value of sharing time with those you love. One of the things that made him feel proudest and happiest, and he always reminded us, he was able to reconcile his work responsibilities and his family, and that allowed him to be that dad who took his children to and from school. Because of that, Dad´s life was about being present in those everyday moments, which perhaps at first glance, do not represent much, but when we look closely, they really are the most important.

For our mother, Eloísa represented not only her beloved husband, friend and companion, but also that special person that God put in her path to sow in fertile ground, the seeds of a family full of values, principles, love and a deep faith and love of God, for 45 years.

He enjoyed and was proud of his work for many years as an account executive in different financial institutions in our country, Venezuela, where he harvested innumerable clients who later became friends, attracted by his unparalleled integrity, rectitude and honesty and by his always friendly and courteous close behavior, smile, cheerful and transparent look.

Our father fully enjoyed his role as grandfather with his beloved 7 grandchildren, Eduardo, Santiago, Natalia, Adrián, Mathías, Noah and Amaia. It made him happy to sit on the floor and play with them and make them laugh, over and over again. He played baseball with them, had track races, rode bikes, and loved going to see them at soccer or tennis games. He advised them and always protected them.

We learned from him to be good children, because he was the best son for our grandparents Hilda and Jesús, always attentive to them, loving, provider, close and present.

We were witnesses throughout his life of his passion, pride and immense love for his origins in his beloved city Los Teques, as well as Materán and Perez Family. Their surnames were the object of their greatest pride, due to the values, love and peculiar joy and happiness that

characterize the spirit of the family. One of the memories that he most longed for in his most recent years, in which he lived outside Venezuela, were the family reunions and celebrations with our grandparents in "Los Picachos", the house of our uncles Maritza and Ibrahin, where together with brothers, brothers-in-law, cousins, uncles, nephews, there was always laughter, dancing, sharing, stories to tell, anecdotes to share and lots of love.

He was a man of extraordinary and true faith in God, that which is demonstrated not only with words but with his own life, with his example. His life was full of the Grace of God, in such a special and infinite way that it is difficult to express in words, but we can only summarize that he had a life full of true and great miracles. His special devotion to the Sacred Heart of Jesus, from a very young age, was evidenced in his last moments, when he mentioned with absolute clarity and tenderness the aspiration "Sacred Heart of Jesus, I trust you".

Today survive to him, and say goodbye with deep sadness and pain, but confident in his eternal life and resurrection in Christ, his sons, José Luis, Maricel and Marysol. His beloved wife Eloisa, his grandchildren Eduardo, Santiago, Natalia, Adrián, Mathías, Noah, Amaia and Carlos Alejandro. His beloved brothers Dexy, Nancy, Freddy and Maritza, his brothers-in-law, Omaira, Richard, Aura, Beatriz, Ibrahim, Alberto, Nacho, Julián, Ángel, Carlos and Manuel José. His nephews and godchildren, Yolfred, Yolifred, Lorena, Adriana, José Ignacio, Alejandra, Katherine, Carolina, Gerardo, Valentina, Arianna, Alirio, Richard José, Manuel Ricardo, Karolina, Melvis, Simón, Yaneth, Crismar, Rossmary, Legna, Durvelis, Fran, Lisbeth, José Manuel, Henri and Antonio José. His beloved sons-in-law Dagmar, Alonso and Dorian. His beloved uncles Raúl and Oscar, and his dearest cousins, Marlene, Jackequelin, William, Gustavo, Virginia, Gisella, Nilda, Fran, Gilda, Giovanna, Néstor and Gerardo, Ramón, Mamina and Zulay, Raúl Eduardo, Raúl Adrián and Néstor Augusto, Manolo, Manuel, Alejandra, David and Franco Nazareth who, together with other family members and friends, deeply loved by our father, join us in giving thanks to God for his life and in sharing the profound sadness of his physical departure.

The funeral acts and mass of celebration for his life will be held on Friday, October 21, 2022, at Our Lady of Grace Catholic Church, 9900 E. 91st St. Noblesville, IN 46060, from 4pm-6pm. Holy Mass will be celebrated by our beloved and respected Father Block, pastor of Our Lady of Grace Catholic Church, at 6 pm. All who can join us now in a physical way on that day are cordially invited.

The funeral home has arranged the alternative of buying flowers and send message online, knowing that many of our father's relatives and loved ones are abroad and wish to be present that day with that beautiful gesture of giving flowers to our father.

Thank you very much for all your shows of love to our dad and the whole family. Every word of comfort, support, strength, affection and hope will remain in our souls and those of our mother forever.

With love, his wife Eloisa and sons José Luis, Maricel and Marysol.